El agua dura arruina tu ropa

Si alguna vez ha cuestionado los resultados de su lavado porque su ropa y telas se sienten opacas, sucias o descoloridas, debe estar seguro de que este es un problema común. Cuando las toallas se sienten rígidas y la ropa blanca parece volverse amarilla o gris, la causa suele ser el agua dura. Mucha gente intenta solucionar este problema añadiendo más detergente, alargando los ciclos de lavado o subiendo la temperatura. Sin embargo, estas medidas no solucionarán los problemas porque el problema subyacente del agua dura persiste. En este artículo, veremos cómo el agua dura arruina sus telas y qué puede hacer para resolver el problema.

¿Qué es el agua dura?

El agua dura contiene concentraciones elevadas de minerales disueltos, incluidos calcio, magnesio y hierro. Estos minerales son naturales y se agregan a la composición del agua a medida que pasa a través de ellos. El agua es un solvente; disuelve muchos materiales con los que entra en contacto después de caer en forma de lluvia. Estos materiales disueltos permanecen en el agua y no son eliminados por la planta de tratamiento de agua.

¿Por qué el agua dura afecta la ropa?

El agua dura causó muchos problemas en el hogar, incluyendo incrustaciones, residuos de jabón, piel seca, tuberías de plomería corroídas, electrodomésticos dañados y más. Pero, uno de los aspectos menos conocidos son los efectos del agua dura en la ropa y otros tejidos. Un estudio reciente de la Universidad de Purdue descubrió que las telas lavadas regularmente con agua dura tienden a desgastarse un 15 % más rápido que las que se lavan con agua blanda.

Una de las características más molestas del agua dura es que los minerales disueltos impiden que el agua y el jabón se mezclen para crear un agente de limpieza. Los jabones y detergentes se basan en la formación de espuma de jabón para brindar poder de limpieza. Pero los minerales no se mezclan, se unen con el jabón para crear una película que realmente se adhiere a las fibras de la tela. Debido a que este material es pegajoso, tiende a atraer más suciedad a su superficie y, con el tiempo, esto ensucia más las telas. Esta es la razón por la cual los blancos se vuelven grises o amarillos y por qué las telas coloridas comienzan a verse apagadas y apagadas. Esta acumulación también enreda las fibras de la tela, lo que las vuelve rígidas, inflexibles, más propensas al desgaste y ásperas para la piel. Esto es especialmente notable con artículos más gruesos, como toallas de baño.

¿Cuál es la solución?

Cambiar a agua blanda solucionará sus problemas de lavado con agua dura. De hecho, notará que necesita menos detergente para la ropa y puede lavar a temperaturas más bajas. Las telas lavadas con agua blanda se sienten más suaves, se ven más brillantes y duran más. Muchas personas se sorprenden de que no necesitan comprar tanto jabón para lavar y que sus facturas de energía son significativamente más bajas. Es fácil trabajar con agua blanda, es más amable para su familia y le ahorra dinero a mediano y largo plazo.

Comuníquese con su especialista local en tratamiento de agua, pregúnteles acerca de las pruebas de agua dura y la instalación de un ablandador de agua para su hogar hoy.