El agua dura tiene un nivel elevado de contenido mineral, incluyendo calcio, magnesio y hierro. Estos minerales disueltos pueden tener un efecto importante en su hogar, provocando una acumulación de incrustaciones, daños en las tuberías, una disminución del rendimiento del jabón, piel seca y muchos más. En casos extremos, el agua dura puede oler mal e incluso puede manchar la ropa. Por estas razones, muchas personas instalan un ablandador de agua para eliminar la dureza y hacer que el agua sea más fácil de usar. En este artículo, veremos algunos pros y contras de la instalación de un ablandador de agua para ayudarlo a tomar una decisión informada para su hogar.
¿Cómo funciona un ablandador de agua?
Existen algunos métodos, pero el más eficiente para uso doméstico es un sistema de intercambio de iones. El agua entrante pasa a través de un lecho de resina y los iones minerales duros se intercambian con iones de sodio (sal). Si el usuario es muy sensible al sodio, es posible usar una sal suavizante de agua a base de potasio más benigna en su lugar. Periódicamente, el ablandador de agua se recargará. Este es un ciclo de limpieza que enjuaga el contenido mineral recolectado en el medio de resina hacia el desagüe. Para mantener el sistema en funcionamiento, se requiere un mantenimiento ocasional y se deben completar los niveles de sal del ablandador de agua.
5 ventajas de la instalación de un ablandador de agua
3 contras de una instalación de ablandador de agua
En conclusión
Cuando las personas cambian a agua más blanda, a menudo se sorprenden de la diferencia y no volverían a usar agua dura. A medio y largo plazo, los costes de compra, instalación y funcionamiento se compensan de muchas maneras. Se requiere menos jabón para bañarse y limpiar, las temperaturas más bajas ahorran energía y los electrodomésticos duran más. Si desea invertir en un ablandador de agua para su hogar, comuníquese hoy con su especialista local en tratamiento de agua.